El emblemático Teatro La Latina de Madrid se convierte en el escenario de una apuesta artística que busca emocionar, inspirar y despertar conciencia: Oliver Twist, el musical. Esta nueva adaptación del clásico de Charles Dickens no es solo un espectáculo para entretener a pequeños y grandes, sino un llamado a la empatía, la solidaridad y la ilusión compartida.
Con una propuesta cargada de sensibilidad y dinamismo, el musical se dirige especialmente al público más joven y a sus familias, ofreciéndoles una experiencia escénica donde la música, la emoción y el mensaje profundo se entrelazan en una historia universal. Oliver, el joven protagonista, representa a tantos adolescentes que, como él, se enfrentan a decisiones complejas en un mundo que muchas veces les resulta hostil. Sin embargo, su historia no es solo la de un niño que sufre, sino la de un héroe cotidiano que, con entusiasmo, valentía y el apoyo de algunos adultos, logra abrirse camino hacia un futuro mejor.
Esta producción propone precisamente eso: un horizonte cercano lleno de esperanza, entretenimiento y alegría. A través de canciones conmovedoras y una puesta en escena vibrante, Oliver Twist se convierte en una celebración del espíritu humano, en especial del de aquellos que, aún siendo pequeños, cargan con pesos demasiado grandes.
Un retrato musical de la infancia olvidada
Más allá de su encanto teatral, Oliver Twist, el musical plantea una reflexión profunda y necesaria. Es la historia de los niños que la sociedad a menudo no ve, los que sobreviven en el anonimato del dolor, el abandono o el abuso, sin que el mundo adulto siempre perciba —o quiera percibir— sus señales de angustia. Es un homenaje a esos menores que, aunque rodeados de indiferencia, siguen buscando una voz que los escuche y una mano que los acompañe.
La obra no solo evoca el pasado, sino que dialoga con el presente. Nos interpela a reconocer al niño que fuimos y que, en cierta forma, sigue viviendo en nuestro interior. Aquel que aún comprende a esos otros niños obligados a madurar demasiado pronto, y que desde el escenario nos recuerdan que la infancia no debería ser un lugar de lucha, sino de crecimiento y ternura.
El sello de un equipo creativo con sensibilidad social
El espectáculo cuenta con la dirección del prestigioso Juan Luis Iborra, el libreto de Pedro Víllora y la producción de Rafa Coto, el mismo equipo que cautivó al público con Los chicos del coro, uno de los mayores éxitos del teatro musical reciente. Aquella obra nos sumergía en la vida de unos niños huérfanos y maltratados en la Francia de la posguerra, quienes, a través del canto y la bondad de un maestro, lograban descubrir una nueva forma de ver el mundo.
Ahora, con Oliver Twist, el trío creativo retoma esa sensibilidad hacia la infancia vulnerable, pero trasladando la acción al universo dickensiano: un Londres industrial marcado por la pobreza, el crimen y la desigualdad. Desde allí, el musical plantea una poderosa advertencia sobre las consecuencias de una sociedad que desatiende la educación, el afecto y el acompañamiento de sus menores. Al mismo tiempo, ofrece un mensaje inspirador sobre cómo la generosidad, la cultura y el arte pueden convertirse en herramientas transformadoras.
En definitiva, Oliver Twist, el musical es mucho más que una función teatral: es una experiencia emocional que invita al público a reencontrarse con su humanidad. Un espectáculo que, a través de la magia de la música y el teatro, siembra ilusión y plantea una pregunta esencial: ¿qué futuro queremos construir para nuestros niños? La respuesta puede encontrarse entre aplausos, notas musicales y una historia que, aunque antigua, sigue más viva que nunca.
Hasta: 14 de diciembre de 2025