Con una audacia que ya es marca registrada, la familia Raluy irrumpe nuevamente en la escena cultural con un espectáculo que desafía los límites del circo tradicional. “CYBORG” no es simplemente una función más bajo la carpa: es una experiencia envolvente, multisensorial e innovadora que reinterpreta el legado circense con un enfoque radicalmente contemporáneo.
Esta nueva propuesta lleva al espectador a un universo que trasciende lo humano: un territorio donde la carne y el metal se fusionan, donde los sentidos se amplifican y donde lo imposible parece alcanzable. En “CYBORG”, el circo no solo se transforma, sino que se reinventa como una forma de arte híbrida, tecnológica y profundamente emocional.
Un viaje sensorial al corazón del futuro
“Más que un espectáculo, es una experiencia sensorial que rompe con los moldes tradicionales del circo. Aquí se cruzan la tecnología, la fantasía y el riesgo para construir un lenguaje nuevo, donde conviven criaturas irreales, magnéticas, casi robóticas”, describe Louisa Raluy, una de las creadoras de esta ambiciosa puesta en escena. “El público se encontrará con máquinas rugientes, acrobacias extremas, equilibrios que desafían la lógica, vuelos imposibles… todo envuelto en una atmósfera cargada de humor y sorpresa constante.”
Kerry Raluy, también responsable de esta producción, subraya el carácter transformador del espectáculo: “Estamos ante una obra que amplía las fronteras del arte escénico. CYBORG es un salto al vacío, una apuesta arriesgada que nos conduce por emociones intensas y escenarios inexplorados. La propuesta se sostiene sobre una dirección coreográfica meticulosa, un vestuario deslumbrante y una estética visual poderosa que remite tanto al retrofuturismo como al imaginario cibernético.”
Entre la nostalgia y la anticipación
CYBORG no solo es una celebración de la evolución tecnológica y artística, sino también un homenaje al legado circense. El espectáculo establece un puente entre el pasado glorioso del circo clásico y un futuro donde lo humano se expande gracias a la tecnología. El resultado es un “cyberespectáculo” que combina el vértigo de la innovación con valores profundamente humanos: el trabajo en equipo, la resiliencia, la creatividad y la búsqueda de lo extraordinario.
Con esta propuesta, la familia Raluy confirma su capacidad de adaptarse, reinventarse y sorprender a generaciones enteras. “CYBORG” no solo expande las posibilidades del espectáculo, sino que también plantea una reflexión sobre la condición humana en tiempos de transformación acelerada.
Cuando creías haberlo visto todo, aparece CYBORG: una odisea visual y emocional que te invita a mirar el arte desde un lugar inesperado —desde el presente, pero con un pie en el pasado y la mirada puesta en el futuro.